El emprendimiento de la “Reina de Sabá” turbeña, Miryam Murillo, nació en el 2020, en el Urabá Antioqueño, a puertas de la pandemia . Esta carismática y empoderada, quien es comunicadora social y docente rural, comenzó su emprendimiento vendiendo cabello, pero en el día a día con su familia notó que las personas crespas necesitaban algo diferente.
Sobre todo en un contexto en el que la resistencia, la naturalidad y el amor propio están más vigentes que nunca, por lo que Miryam pensó que su público demandaba otro tipo de producto.
En esa búsqueda de lo que querían las personas con cabello crespo, la ‘Reina de Sabá’ integró a su catálogo quince aceites, champú, repolarizador, mascarilla, crema hidratante, accesorios y más. Incluso, cuenta con una línea de cinco esencias sagradas: canela, mandragora, mirra, nardo y sándalo; las mismas que la reina etíope le ofreció al rey Salomón.
Lograr un portafolio como el descrito ha requerido mucho trabajo y experticia. Por eso, Miryam ha realizado cuatro cursos para especializarse en el cuidado capilar y la creación de aceites. “Es una mujer inquieta, siempre está gestionando”, así la describe Alejandra Martínez, su asesora empresarial en Empropaz.
En una de esas búsquedas para impulsar su emprendimiento encontró a Empropaz y a la Corporación Mundial de la Mujer Medellín/ De Mis Manos, organizaciones que la han acompañado en el mejoramiento de su marca, el diseño de empaque, la apertura a diferentes mercados y la gestión del crédito de fortalecimiento con Bancamía.
Crédito que obtuvo con el objetivo de robustecer financieramente a la ‘Reina de Sabá’ y, así, cumplir con las condiciones para participar en la convocatoria de Fondo Emprender, donde se presentó y, como toda una reina, ¡conquistó!
“Mi asesora dice que yo soy la persona que más le saca el jugo al Programa”, cuenta Miryam con la gracia que la caracteriza como líder cristiana; por lo tanto, hace presencia en cada curso, taller y feria que pueda aprovechar.
Ella misma dice que “en ocasiones, muchos emprendedores nos acercamos a un lugar porque queremos financiación y le damos poco valor al tema del acompañamiento y es tan pero tan importante, le permite a uno no fracasar por falta de capacitación”.
Siendo así, no es sorpresa que en este poco tiempo que tiene la ‘Reina de Sabá’ ya cuente con su registro de marca, registro Invima para la mayoría de sus productos, un local comercial y ventas importantes… ¡Y lo que falta!
Miryam, la “Reina de Sabá” de Turbo todavía tiene un gran camino por delante, pues su sueño es abrir una academia y un spa bajo el mismo nombre de su marca. Pero, por ahora, su objetivo es alcanzar las metas de venta exigidas por Fondo Emprender, esto lo hará de la mano de una empresa de mercadeo que le ayudará a visibilizar su marca.
Además de la sinceridad que le imprime a la Reina de Sabá, si Miryam pudiera definirse en tres palabras, le agregaría fe, alegría y responsabilidad. Es una mujer de convicciones fuertes y. como tal. se ha enfrentado al reto de emprender; sabe que hay días oscuros, pero también sabe que el sol siempre sale. ¡A esta reina turbeña le quedan muchas conquistas por alcanzar!
