Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Hablemos

Chat en linea

Jennifer Gavalos, una emprendedora que encuentra el camino a su transformación en la economía circular

Jeniffer es colombiana, estudió enfermería y vivió varios años en Venezuela donde conoció a su esposo y tuvo dos hijos, un niño y una niña, quienes actualmente tienen 14 y 9 años, respectivamente. En Venezuela, ella trabajaba en una clínica privada, pero como la cerraron y su pareja también quedó sin trabajo, entonces como familia tomaron la decisión de viajar a Colombia, específicamente al municipio de Tierralta, en el departamento de Córdoba.

Al retornar, Jeniffer se enfrentó a la dificultad de conseguir un empleo, así que junto con su hermano emprendió con un negocio de comida tolimense que vendían a domicilio, pero los alimentos subieron de precio con la llegada de la pandemia y esto los obligó a cerrar.

Sin embargo, no se rindieron y los hermanos aprendieron sobre reciclaje con una conocida que tenía experiencia en esta actividad e iniciaron su negocio: Gava Ekos. Arrancar fue difícil porque el mercado estaba monopolizado por cinco empresas y los recicladores del municipio no confiaban en ellos, entonces compraban de $5.000 a $8.000 por día, pero acercándose a ellos y comprendiendo sus necesidades, por ejemplo, implementaron estrategias de acercamiento como prestarles para un plante u obsequiarles cuatro libras de arroz por cada 200 kilos de material reciclado.

Hoy en día, trabajan de manera fija alrededor de 10 recicladores y compran entre 1.600.000 a 2.200.000 por día. Junto a Jeniffer trabaja su esposo, su hermano Carlos y su cuñada; además de tres empleados que se encargan principalmente de clasificar el plástico por referencia y color, y luego hacerle cortes para que el molino pueda triturarlo con mayor facilidad. Justamente ese valor agregado es el que le ha permitido generar acuerdos comerciales con empresas de Medellín para venderles toneladas mensuales de este material procesado. 

Fue justamente con un préstamo de Bancamía que arrancaron comprando la maquinaria para darle ese valor agregado al plástico que les permite venderlo a un mejor precio; además, adquirieron un transformador, ya que el servicio de energía es deficiente en el municipio. Con Bancamía llevan varios créditos, el banco ha sido para ella un aliado estratégico y resalta la facilidad que tuvo para que le otorgaran los créditos, en cuanto al proceso y al tiempo de desembolso.

El último que recibieron fue por $20.000.000, con el que compraron unos cables para el transformador y stock de plástico a otras empresas recicladoras para cumplir con la cuota mensual que tiene con sus clientes. A futuro, desea comprar una prensa para transformar cartón y papel de archivo que les facilite incursionar en otros mercados en la industria del reciclaje.

En otra rama del reciclaje que les gustaría incursionar es en la transformación del material ferroso y no ferroso, ya que Jennifer y su hermano ven un gran potencial en darle un valor agregado al aluminio que reciben y que podrían venderlo directamente a siderúrgicas, sin embargo, para lograrlo requieren invertir en maquinaria especializada.

Por el momento, siguen trabajando en familia en sus dos puntos físicos: una bodega donde se recibe el material reciclado y están los molinos que trituran el plástico y el otro espacio es donde se clasifica. 

Ya no tienes que ir hasta una oficina Bancamía para solicitar tus productos

Completa el siguiente formulario y un ejecutivo de desarrollo productivo se comunicará contigo para gestionar tu solicitud.